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sábado, 16 de agosto de 2008

El conocimiento de la vida

“Vivo, ergo cogito”



“He ahí un aspirante a la corona del rey de la humanidad. Solo los grandes educadores del genero humano de quienes habla la historia de la religión… solo Buda, Zaratustra y Jesucristo aspiran a semejante grandeza ¿Quién se atreve a decir cuanto durara el fuego que encenderá las manos de este nuevo iluminado?...Ya así se convirtió en hombre de grandes, de los mas grandes hechos a pesar de que nunca abandono el puesto de pensador, sus solitarias pendientes…Nuestro orgullo consiste en que nos permita rendirle un homenaje aunque sea el ultimo…a el, el grande.”


PETER GAST


































“EL CONOCIMIENTO DE LA VIDA”

Teoría del conocimiento en Friedrich Nietzsche

Por Omar Basilio Zavala

“Fue Dios mismo quien al final de su jornada
de trabajo, se tendió bajo el árbol del conocimiento
en forma de serpiente: así descansaba de ser Dios”

“Así hablo Zaratustra”



Friedrich Nietzsche[1] aborda el problema del conocimiento negando que haya un conocimiento tal como lo conocemos. El conocimiento no es otra cosa sino la negación de lo autentico: la vida, el cambio, el devenir.
El cambio se puede apreciar en el plano individual (voluntad dionisiaca) como en lo colectivo (el fluir). Nuestro filósofo orienta su crítica al concepto contemplativo del conocimiento y al concepto de verdad como correspondencia.


El concepto contemplativo del conocimiento


Expondremos primero la crítica que realiza al concepto contemplativo del conocimiento: para Nietzsche los actos del conocimiento deben constituirse en nexos de sentido y debe ser lo que orienta nuestra praxis vital, nuestro hablar y obrar. Debe servir a la vida y no ocultarla. Las teorías científicas son solo utilizables pero no deben constituirse en normas ni orientar nuestra conducta.
En clase manteníamos que la filosofía de siglos anteriores se podía utilizar en nuestros días. Es que la filosofía hace mención, estudia y aborda problemas cruciales para la vida del hombre. Problemas que el conocimiento científico trata de solucionar, a través de la aplicación de la ciencia y la tecnología mas la pregunta sigue siendo la misma: ¿La ciencia – y con ello la tecnología- solo sirve para ser utilizada o es que debe ser útil en nuestro acontecer diario?
En el año 1874 Friedrich Nietzsche elabora su segunda Consideración Intempestiva: “De la utilidad y los inconvenientes de la historia para la vida[2]”.
Nietzsche plantea el problema de la razón porque no lo considera como esencia del mundo y por consiguiente de la vida, ya que considera que esta esencia esta en el impulso vital más no en lo racional. El mundo occidental considera que es mediante la razón que el hombre llega a conocer lo imprescindible y determinante, que esta por encima de todas las demás cosas, incluyendo al hombre que puede existir en este mundo.




Nietzsche considera que la historia es la característica de la civilización de las masas, que impulsa a esta masa a tener devoción al hecho histórico. Pecando de superficialidad, podría afirmar que este es uno de los grandes males que afectan a nuestra sociedad, nuestra historia reflejada en el calendario oficial nos hace adorar y admirar hechos históricos considerados como característica de nuestra cultura. Hechos pasados – que para nuestro perjuicio no tiene nada de glorioso-, hechos derrotistas y mediocres al igual que nuestra cultura.
Nietzsche encuentra en el siglo XIX a las ciencias de la naturaleza y la historiográfica que forman parte, a la vez que constituyen, el conocimiento completo de la existencia del hombre de aquel tiempo, conocimiento que se complementa con la técnica y la organización del trabajo social.
Sin embargo…que es lo que necesita el hombre hoy en día, lo que el requiere es algo que lo exalte, que lo impulse a vivir, algo que le sirva ahora y para el mañana. El hombre de hoy, aquel ente sumergido en la masa, es un ser cobarde y anodino, un hombre que solo lucha por sobrevivir, un hombre que se ha olvidado de lo que es y de lo que puede llegar a ser para convertirse solamente en lo que puede ser partiendo de lo que es, hoy y ahora: un ser sin derechos, ni existencia, un constituyente de la nada, un minúsculo polvo del Universo, vacío y sin importancia.
Nietzsche considera que el conocimiento del historiador debe permanecer al servicio de la vida. Estudia al historicismo de su tiempo haciendo una división[3]: la historiografía monumental[4], la historiografía del anticuario[5] y la historiografía crítica[6].




La historiografía monumental sostiene que lo grande que alguna vez fue volverá a ser otra vez. Engaña por analogías, tienta al valiente a la temeridad y al entusiasta al fanatismo.
En la historia del anticuario lo pequeño, lo limitado, lo decrepito y anticuado recibe dignidad e inviolabilidad propias en virtud de la circunstancia de que el alma preservadora y reverente del hombre anticuario se aloja en estas cosas y en ellas se prepara una morada última. De esta manera la historia ata a los linajes y poblaciones menos favorecidas a su tierra y a sus costumbres tradicionales, proporcionándoles arraigo y disuadiéndoles de vagar por tierras extrañas en busca de lo mejor y disputando por su posesión. Cuando se anquilosa de este modo el sentido de un pueblo, cuando la historia sirve a la vida pasada en tal forma que mina la continuidad vital, y precisamente, la vida superior, cuando el sentido histórico ya no se conserva sino momifica la vida entonces se arruina todo. La historia anticuaria degenera en el instante mismo en que deja de animarla e infundirle entusiasmo a la vida, la vida del presente. La historias anticuaria solo preserva la vida mas no la genera.
En conclusión la historia es capaz de prestar a la vida; a cada individuo y a cada pueblo que lo requiera, según sus metas, fuerzas y necesidades, un cierto conocimiento del pasado bien como historia monumental, anticuaria o critica pero siempre solo para los fines de la vida. Afirma que el exceso de la historia ha debilitado la fuerza plástica[7] de la vida, ya que no sabe servirse del pasado.
Nietzsche propone como solución lo ahistorico y lo suprahistorico.
Como ahistorico propone al arte y la fuerza de poder olvidar y encerrarse dentro de un horizonte limitado. Como suprahistorico a las potencias que derivan la mirada del devenir y la dirigen hacia aquello que confiere a la existencia el carácter de eterno e inalterable, hacia el arte y la religión.
Se propone al arte como fuerza capaz de hacer soportable la existencia, el arte estaba –inspirado por Apolo y Dionisio dominaba en el instinto. La vida es la potencia superior y dominante, pues el conocimiento que destruyera la vida labraría su propia destrucción.
















Para entender la teoría del conocimiento de Nietzsche pasaremos a analizar el conocimiento en las características generales que nuestro pensador aborda.
El conocimiento es una relación entre el sujeto y el objeto. El dualismo de sujeto y objeto pertenece a la esencia del conocimiento. El conocimiento es la aprehensión de un objeto. El conocimiento relacionado con el sujeto tiene relación con la esfera psicológica. En relación a la imagen tiene vinculación con la lógica. En relación al objeto esta ligada a la esfera ontológica.
También se podría afirmar –por otra parte- que el conocimiento es una expresión de una realidad o fenómeno primario que excede de los límites sujeto-objeto. Encuentra su expresión tanto en el sujeto y en el objeto así como en la relación peculiar que se establece entre ellos.
Friedrich Nietzsche y Martín Heidegger sostienen la teoría de la heteronomia del conocimiento. El conocimiento es una forma de la existencia y es una expresión de la vida.
Nietzsche sostiene que en las fases del proceso del conocimiento intervienen los siguientes elementos:
Ø Pensar: es una cosa que no existe, es una ficción completamente arbitraria,
realizada separando del proceso general un solo elemento, sustrayendo todos los demás elementos, un arreglo artificioso. El hombre imagina una cosa que no se produce de ninguna manera.
Ø El Espíritu: una cosa que piensa: a ser posible, el espíritu absoluto.
Ø El Espíritu puro: concepción derivada de la falsa observación de si mismo, que cree en el procedimiento que consiste en “pensar” y se imagina un sustratus.
Ø Sustratus: sujeto imaginario en el que cada acto del pensamiento tiene su origen.



El concepto de Verdad como correspondencia:


A continuación pasare a analizar la obra “Sobre Verdad y Mentira en sentido extramoral”[8] donde Nietzsche critica al concepto de verdad como correspondencia. Empieza afirmando que el conocimiento es un invento humano, unica y exclusivamente humano que ha nacido con el y morira con el. El ser humano es un individuo atrevido que cree que mediante su conocimiento aprehende y domina todo[9]. El efecto de esta creación es el engaño[10].
Veamos …sinceramente…¿Qué es el hombre dentro del Universo?. ¿Es algo o solo es parte de algo?. No nos conocemos ni siquiera nosotros mismos y pretendemos conocerlo todo. No sabemos que es nuestra vida, como se da y que hay después de ella y pretendemos conocer otras formas de vida en otros planetas…somos simples insectos inmersos en un planeta que estamos a punto de destruir –y con ella a los otros seres vivientes que viven en el- tan solo por proporcionarnos un mejor estilo de vida.

Nietzsche sostiene que este engaño nos sirve para vivir en sociedad y crear una verdad[11] que sirva como un dique para lo más esencial que tenemos: el instinto y la vida. Con esto afirma que el entendimiento es un medio de afirmación que maneja el hombre para adaptarse y dominar a la naturaleza.
En la mente del hombre primero aparecen las imágenes, después, las palabras que sintetizan muchas imágenes en un solo sentido. La afirmación “tengo algo por verdadero” es la primera actividad cultural, es pues una valoración, una creencia que expresa condiciones de conservación y crecimiento.
Nietzsche: “El lenguaje, por su origen, pertenecen a la época de la forma mas rudimentaria de la psicología; caemos en un grosero fetichismo cuando adquirimos conciencia de las premisas fundamentales de la metafísica del lenguaje, o sea de la razón. El lenguaje ve por todas partes, en sus orígenes, apuntes y acciones: cree que la voluntad es en general, es una causa: cree en el “yo” , en el yo como un ser , en el yo como substancia; crea con esto la noción de “cosa” …El ser es pensado o introducido en las cosas como causa, es “supuesto” ; de la concepción del yo se sigue precisamente como deducción el concepto del ”Ser” Al principio aparece aquel grande y profundo error de creer que la voluntad es una cosa que obra, que la voluntad es una “facultad” ….hoy sabemos que es simplemente una palabra”.
El “pensar” para Nietzsche que no acepta la arbitrariedad de un “pensamiento” separado del mismo, es igualar lo nuevo a lo antiguo que sin embargo nos permite apoderarnos de un proceso al inventarlo por medio de “conceptos” de las “cosas” que le forman. Afirma que en vista de que no conocemos las “cosas” ponemos en vez de ello una palabra pero no verdades. Nos acostumbramos a estas verdades las palabras- y las consideramos absolutamente verdaderas. Es cierto que necesitamos de esas “verdades” pero solo es necesario más no verdadero. Es cierto que el conocimiento debe servir a la vida pero no convertirse en ella.
Nietzsche: “El nacimiento de las cosas es en absoluto obra de los que se la representan, los piensan, los quieren, los sienten. El concepto “cosa” incluso como conjunto de cualidades. el mismo “sujeto” es una creación de este genero, una “cosa” como todas las demás, una simplificación para designar a la fuerza que pone, que inventa, que piensa como tal, a diferencia de todas las demás posiciones, invenciones, pensamientos.”
Para Nietzsche las cosas no tienen otra naturaleza que lo que las proporciona la investigación que de ellas hace el “sujeto” –fuerza plural-, interpretación que tiene como base la relación con las demás cosas y con el sujeto.









Nietzsche: “…algo absoluto no puede ser conocido de lo contrario no seria absoluto; conocer que siempre “poner algo bajo cierta condición”, tal conocedor quisiera que aquello que quiere conocer no se relacione con el ni con nadie, en lo cual, primeramente, se da una contradicción; como es la de querer conocer, y , al mismo tiempo, no querer entrar en relación con la cosa conocida (¿Cómo seria posible, en este caso, el conocimiento?), y, en segundo lugar, la de algo con quien nadie esta en relación no existe, y, por tanto, tampoco puede ser conocido. Conocer quiere decir “ponerse en relación con alguien”, sentirse condicionado por algo y, al mismo tiempo, condicionar este algo por parte del que conoce; por consiguiente, es según los casos, como fijación, una designación, una conciencia de condiciones, (no un discernimiento de seres, de cosas, de “cosas en si”). Voluntad de Dominio 555.
La verdad no es más que una convención del lenguaje. Pero… ¿Qué es una palabra?...Es la reproducción en sonidos de un impulso nervioso. ¿Pero este es el punto de partida para llegar al principio de la razón?...¿Es que acaso la verdad es un principio absolutamente a priori?…y si lo es…¿Donde queda el valor del lenguaje y con ello nuestro valor como ente creador?. En el conocimiento intervienen el sujeto, la relación y el objeto pero son derivados y falaces solo tienen sentido como expresión de una actividad y al servicio de esta pero la acción es una simplificación – en cuanto implique “voluntad”, un yo que la ejercite- que esta en un continuo proceso de crecimiento o disminución, de lucha.
El sentido del conocimiento es la voluntad de poder[12], clave de la vida. Vida es la única imagen posible que el hombre puede tener del “Ser” cuyo sentido esta precisamente en ser su generalización.
Nietzsche: “La cosa en si es totalmente inalcanzable y no es deseable en absoluto para el creador del lenguaje. Este se limita a designar las relaciones de las cosas con respecto a los hombres y para expresarlas apela alas metáforas mas audaces.
¡En primer lugar!, un impulso nervioso extrapolado en una imagen! Primera metáfora ¿La imagen transformada de nuevo en un sentido! Segunda Metáfora”.[13]
Con esto Nietzsche esta dando a entender que lo que asumimos como realidad, y distinguimos de las interpretaciones, es ya también el producto de una actividad metafórica: “libremente creadora y poetizante”, el detalle esta en que ya no se reconocen estas metáforas como tales porque se han convertido en las bases de toda una sociedad, o época, o unidad histórica. El único modo verdadero de conocer es interpretar, organizar libremente, con una elección más o menos consciente y explicita, en definitiva, con un acto vital. Las metáforas son producciones espirituales por lo tanto son interpretaciones. No hay hechos sino interpretaciones.







Nietzsche: “La esencia de una cosa no es en ultimo termino mas que una opinión sobre la “cosa” o, mejor dicho el “tanto vale” es el propio “es”, el único “esto es”. El nacimiento de las “cosas” es en absoluto obra de los que se las representan, las piensan, las quieran, las sienten. El mismo “sujeto” es una creación de este genero, una “cosa” como todas las demás: una simplificación para designar a la fuerza que pone, que inventa, que piensa como tal, a diferencia de todas las demás posiciones, invenciones, pensamientos”. (Voluntad de Dominio. 556”.
Entonces si no hay sujeto tampoco hay objeto. Sin embargo, Nietzsche rechaza al subjetivismo.
Según Nietzsche toda palabra se convierte de manera inmediata en concepto debido a que no va a servir para la experiencia singular de la que proviene, ya que debe encajar con otras experiencias más o menos similares. Todo concepto se forma por equiparación de casos no iguales. Se omite lo individual y lo real.
En conclusión la representación del mundo es representación que se hace un sujeto, la idea de la posibilidad de un conocimiento objetivo es un absurdo. Es imposible el conocimiento de la realidad en si misma ya que todo depende del punto de vista de la persona que lo ha creado. Todos los que poseemos alguna capacidad para representarnos el mundo somos poseedores de la verdad. No es posible un criterio de verdad único. No podemos encontrar datos o verdades primeras ni en nuestro conocimiento del mundo exterior o físico ni en el mundo interior ni siquiera en nuestra mente ya que esta influida por prejuicios al igual que el conocimiento del mundo exterior. Concepción nietzscheana de la verdad: el error es el genero, un genero amplísimo, mas que una categoría, un como universal. El mundo mismo nuestro que conocemos y en el que actuamos (así como esos otros “objetos no reales” de lo que nos habla la lógica contemporánea) son erróneos. El error es sin embargo condición de observación en general. Hay un mundo, el mundo en el que vivimos, nos movemos y somos, porque cometemos una gran desfiguración. La verdad seria el error sin el cual no puede vivir un ser viviente de una determinada especie. Los grados en el sentimiento de vida, de poder son los que nos dan la medida del Ser, de la realidad, de la no apariencia, de la verdad en el único sentido de la palabra. La verdad es un error que sirve a la vida, o a su sinónimo, la voluntad de poder. La mente humana, es con sus categorías y conceptos un instrumento de expresión y servicio de la vida, no del conocimiento. La vida es devenir, contradicción, falsedad, necesita el engaño. No hay verdad ni conocimiento como no sean ciertas formas de la voluntad de poder. No hay causa ni efecto sino lucha de los elementos, de devenir entre si.















Bibliografía:


1. Nietzsche, Friedrich
“De la utilidad y los inconvenientes de los estudios históricos para la vida”.
Barcelona- España. Ediciones Península. 1988. 113pp.

2.--------------------------
“Fragmentos Póstumos”. Madrid- España. Editorial Tecnos. 2006. 780pp.

3.--------------------------
“Sobre Verdad y Mentira en sentido extramoral”.38pp.

4. Vattimo, Gianni
“Dialogos con Nietzsche”.ed: 4ta. Barcelona- España. Ediciones Paidos. 2002



































[1] A partir de este momento cuando cite a Nietzsche lo voy a hacer en primera persona para no transcribir su nombre: “el decía…”, “sostenía entonces”, “Hacia referencia”
[2] Cuando se cite a esta obra se escribirá la siguiente abreviatura VNN. Vom Nutzen und Vorteile den Histoire fur das Leben (“Sobre la utilidad y el perjuicio de la Historia para la vida.
[3] VNN 2:” Que la vida tiene necesidad de servicio de la historia debe comprenderse no menos claramente que la proposición – a demostrarse mas adelante- de que un exceso de historia es perjudicial para el ser vivo. La Historia forma parte del ser vivo en tres respectos: en tanto que este es activo y aspira en tanto preserva y venera, y en tanto sufre y necesita de liberación. A esta trinidad de relaciones corresponde una trinidad de formas de historia: cabe distinguir una forma monumental, una forma anticuaria y una forma critica de historia”.
[4] VNN 2 : “Pertenece la Historia ante todo al hombre activo y poderoso, a aquel que sostiene una magna lucha, necesita modelos, maestros confortadores, y no puede encontrarlos en sus compañeros ni el presente…Que los grandes momentos en la lucha de los individuos forman una cadena, que en ellos perduran a través de milenios un plano estelar de la humanidad, que lo supremo de tal momento caducado hace mucho tiempo continua siendo para mi algo vivo, claro y grande – he aquí la idea subyacente a la fe en la humanidad, idea que se corresponde con la experiencia de una historia monumental.”
[5] VNN 3: “La Historia pertenece, pues, en segundo lugar, al que preserva y venera, en aquel que con lealtad y amor mira allí de donde proviene y en donde se ha formado; con esta piedad expresa, en cierto modo, su gratitud por su existencia. Cuidando con mano solicita lo que desde antiguo existe, quiere preservar las condiciones en que el nació para los que han de nacer después de el, y así sirve a la vida.
[6] VNN 3: “Es preciso que, para poder vivir tenga la fuerza y la emplee de tanto en tanto, de quebrar y disolver un pasado: para cuyo fin abre juicio sobre el, lo hace objeto de una estrecha investigación y, por ultimo, lo condena; pero todo pasado merece ser condenado, - pues en las cosas humanas siempre han privado la violencia y la debilidad humanas. No es la justicia la que aquí juzga; y menos es la clemencia la que aquí pronuncia el veredicto: es, exclusivamente, la vida, ese poder oscuro e impulsor que con insaciable afán se desea a si mismo. Su fallo es siempre implacable, siempre injusto, porque jamás ha fluido de la fuente pura del conocimiento; pero en la mayoría de los casos el fallo seria el mismo aunque la pronunciase la justicia.”



[7] VNN 7 :” Para precisar este grado y, sobre su base, el limite desde lo pasado tiene que ser olvidado para evitar que se convierta en sepulturero del presente, habría que saber con exactitud el grado de fuerza plástica de un hombre, de un pueblo, de una cultura, quiero decir de esa fuerza de desarrollarse específicamente de la propia esencia, de transformar y asimilar lo pasado y lo extraño, de cicatrizar heridas, reponer lo perdido, regenerar formas destruidas.
[8] Cuando se haga alusión a esta obra se le reconocera por la siguiente abreviatura UWL. Ueber Wahrheit und Luge im aussermorallischen Sine (“Sobre Verdad y Mentira en sentido extramoral”).
[9] UWL 1. “En algún apartado rincón del Universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento…Hubo eternidades en la que no existía; cuando de nuevo se acabe todo para el no habra sucedido nada, puesto que para es intelecto no hay ninguna misión ulterior que conduzca mas allá de la vida humana”.
[10] UWL 1 : “El intelecto, como medio de conservación del individuo, desarrolla sus fuerzas principales fingiendo…”.
[11] UWL 1. “El individuo…utiliza el intelecto y la mayor parte de las veces solamente para fingir, pero, puesto que el hombre, tanto por necesidad como por hastío, desea existir en sociedad y gregariamente, precisa de un tratado de un paz. Este tratado de paz conlleva algo que son el primer paso para la consecución de este misterioso impulso hacia la verdad. En este mismo momento se fija lo que a partir de entonces ha de ser “verdad”, es decir, se ha inventado una designación de las cosas uniformemente valida y obligatoria, y el poder legislativo del lenguaje proporciona también las primeras leyes de verdad, pues aquí se origina por primera vez el contraste entre verdad y mentira”.
[12] La voluntad de poder es la voluntad de querer, de afirmarse y de autoelevarse a si mismo. Es lograr poder sobre si mismo. El hombre se acepta a si mismo como un deseo de poder, una voluntad de predominio sobre si mismo. No es el querer algo ajeno. Ni el dominar a otro. Es el principio fundamental de la vida, ha de poner los cimientos para una revisión de todos los valores morales, o sea, para la transvaloracion de todos los valores.
[13] UWL .1. pp22.

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